En busca del papamoscas cerrojillo en La Hiruela

La Hiruela es un pequeño pueblo del norte de Madrid que se encuentra en medio de la Sierra del Rincón, un espacio declarado Reserva Natural de la Biosfera por la UNESCO. Un enclave verde con una naturaleza privilegiada en el que conviven numerosas especies animales, como los papamoscas cerrojillos.

El papamoscas cerrojillo es un pequeño pájaro que los ornitólogos del CSIC llevan 39 años estudiando en esta zona, con 17.000 individuos catalogados y analizados.

Este estudio que pretende investigar cómo influyen en los ciclos de reproducción y en la supervivencia de esta ave tanto las condiciones climáticas y ambientales como otros factores. También estudian la herencia que recibe cada pollo, los parásitos, las costumbres, el peso y cuál es el espécimen que tiene éxito.

La gran mayoría de estos papamoscas migran hasta Liberia, en África, donde pasan el invierno. En La Hiruela permanecen desde abril hasta septiembre y es donde empezaron a estudiarlos hace casi 40 años.

Son insectívoros y se alimentan, sobre todo, de moscas, pero también de arañas, mosquitos, orugas, ciempiés…

Estos ornitólogos tienen cada día la tarea de capturar adultos y medir pollitos, unas tareas que llevan a cabo de manera estandarizada: a los adultos los capturan cuando los pollos tienen ocho días de edad y a estos pollos los anidan con 13 días de edad.

Además, han instalados cajas para que los papamoscas aniden, lo que ha ayudado a mantener sanos a los pájaros. Estos nidos tienen un capuchón de forma cónica en la parte superior que sirve de protección frente a los depredadores, especialmente la comadreja.