Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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Javier de Benito es un joven fonsarino de 33 años y escultor autodidácta. En el pueblo desconocen su faceta de escultor. Una tarde calurosa de mayo, a la hora de la siesta y ayudándose de una pluma de la empresa familiar, colocó en mitad del campo y en dos ubicaciones distintas dos cabezones realizados uno en ladrillo y otro en hormigón. No ha desvelado en ningún momento su autoría y aún hoy, casi cinco años después, mucha gente desconoce que le pertenecen. Casado con Rocío Guerrero, montaron el Estudio Guerrero para desarrollar sus trabajos. Rocío pinta con estilo realista. Tiene retratos muy buenos de poses al natural. Le interesan especialmente las técnicas y métodos de representación tradicionales, de las que se sirve para recrear impactantes interiores, exteriores y retratos.