Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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La Fiesta de La Vaquilla, en honor a San Sebastián, aúna tradición e historia en Fresnedillas de la Oliva. Sus inicios son difíciles de determinar por la carencia de documentación histórica existente. Algunas escrituras la datan de origen prerromano y en otras ya se menciona que Felipe II viajaba desde El Escorial hasta Fresnedillas de la Oliva para presenciar los actos de esta fiesta.

Toda la fiesta gira alrededor de una representación lúdica por las calles del municipio en la que una serie de personajes van entrando en escena. Lo que más representa a esta fiesta es el ensordecedor ruido de los cencerros sonando todo el día en las calles del pueblo. Se dice que es un "rito de paso" donde los niños se convierten en mozos porque a partir de los 14 años pueden participar en la fiesta.

De Madrid al cielo y de Fresnedillas de la Oliva a La Luna

Los personajes que participan en la Fiesta de La Vaquilla son los siguientes:

  • La Vaquilla: el personaje principal, lo representa un joven que porte sobre sus hombros una representación tosca y esquemática de una vaca realizada con un armazón de madera.
  • El Alcalde y el Alguacil: representan dichos cardos y constituyen la autoridad. Llevan un traje y portan unos característicos sombreros muy vistosos.
  • El Escribano y la Hilandera (o Guarrona): son los personajes 'grotescos' de la fiesta. Son un matrimonio que viste atuendos extravagantes para dar un toque cómico.
  • Los Judíos o Motilones: representan al pueblo. Son un grupo de jóvenes encargado de evitar que la vaquilla se escape. Su indumentaria da color a la fiesta porque visten monos floreados, pañuelos, gorros y cencerros atados a la espalda.

    Llama la atención que es una fiesta puramente masculina, ya que aunque existe una figura femenina es interpretada por un hombre. Las mujeres son quienes preparan la indumentaria como sombreros, monos, adornos y guirnaldas.

    Ruta 179: Fresnedillas de la Oliva

    La fiesta comienza la medianoche del día 20 de enero, coincidiendo con la festividad de San Sebastián. Los Judíos se reúnen con sus cencerros y recorren las calles del pueblo. A las tres o cuatro de la madrugada "se cierra la vaca" y cada uno se va a su casa a dormir. Y a las nueve de la mañana se suelta a la Vaquilla por primera vez. Acompañada por los Judíos empiezan a correr por las calles.

    Junto al Alcalde y Alguacil van juntos a la iglesia donde se celebra la misa y donde posteriormente comienza la procesión con la imagen de San Sebastián por las calles de Fresnedillas de la Oliva. Después de comer, a las seis de la tarde, se mata a la Vaquilla de forma simbólica con un disparo de escopeta al aire. Y todo el pueblo bebe la sangre de la Vaquilla en forma de vino tinto colocado por el Escribano y la Hilandera en un barreño en la plaza.