Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
(Actualizado

Ana y su marido Mariano están al mando de la pulpería Ribeiriño. Está enfrente del edificio más importante y antiguo de Venturada porque recuerda que, en el pasado, este pueblo fue zona de parada de los viajeros que iban por el camino “hacia Francia” .

Nos referimos a la posada, donde la abuela de Ana trabajo como guardesa. La vida ha hecho que su negocio esté ahora enfrente de ese edificio del que tanto le habló su abuela.

El padre de Ana tenía un restaurante en el pueblo de Fuencarral, se jubiló y decidió poner algo “pequeñito” en Venturada, el pueblo de su mujer.

Él es gallego y empezó a hacer pulpo. Le salía tan rico y el boca a boca fue tan popular que aquello “se le fue de las manos” y dio paso al negocio más popular del pueblo. Vicente se jubiló y el bar lo cogieron Ana y su marido que, curiosamente, ha cogido el “punto” del pulpo aunque él es de Aranjuez y le sale buenísimo.