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Las fiestas de Fuentidueña de Tajo son un verdadero tesoro, porque su romería fluvial nocturna es espectacular y especial y, sobre todo, única. Los fuenditueñeros, o balleneros, como les gusta denominarse, tienen especial devoción por su Virgen de Alarilla, y se nota. La pasean por el Tajo porque es un río estrechamente vinculado al pueblo.

En él sus habitantes navegan en piragua y gracias a él se cultiva. La Vega es, para Fuentidueña de Tajo, una de sus Siete Maravillas. Aquí ya hemos nombrado dos, pero están el imponente castillo, la Torre del Reloj, el Puente de Hierro… Todo a la altura de un pueblo del que sus lugareños consideran es “la puerta del Mediterráneo”. Merece la pena hacer una buena parada en este lugar de paso y maravillarse.