Ruta 179: Navalcarnero

Gloria Fuertes se encontró una vaca en Aravaca, una ardilla en Cercedilla y en Navalcarnero, un cordero. Pero en Navalcarnero hay algo más que corderos. Sobre todo, esculturas. Las hay de todo tipo y estilo, y tan curiosas como únicas. Y trampantojos, con lo que merece mucho la pena pasearse bien esta villa para descubrirlos, y hacerlo reparando también en las placas de las calles, que son de lo más didácticas.

El visitante se asombra tanto con la plaza de auténtica arquitectura castellana como con una tienda detenida en el tiempo… Hay tantas cosas en Navalcarnero que hasta existe un lugar donde aprender a hacer acrobacias sobre un caballo. Menos mal que luego se pueden recuperar fuerzas con un buen bollo de aceite. ¿Sabías que Felipe IV decidió celebrar su boda en Navalcarnero?