Una ruta de senderismo para recordar los oficios perdidos en Pinilla del Valle

El precioso entorno natural de Pinilla del Valle ha convertido a esta madrileña localidad en uno de los destinos más solicitados para disfrutar del senderismo. Numerosas rutas recorren tanto el municipio como sus alrededores, como la antigua Ruta de los Oficios.

La Ruta de los Oficios es un paseo para recordar algunos de los oficios perdidos, así como de tradiciones que han caído en el olvido.

La ruta comienza en el Museo de los Oficios, situado en la rotonda de entrada al casco urbano, y la primera parada del recorrido es la fragua. Aquí se realizaban todo tipo de artilugios con el metal y, a día de hoy, se conservan muchas de estas piezas de artesanía: llaves, todo tipo de herraduras, baratillos y todo tipo de utensilios.

Un museo al aire libre que también incluye el potro de herrar, que usaban, como diríamos hoy en día, “para cambiar los neumáticos”. Y es que el potro, caballo o yegua se colocaba suspendido y se podían manejar las patas sin peligro de recibir una coz.

Otra de las paradas de esta ruta es la calera, un tipo de horno en el que se quemaba la piedra para obtener cal. Un oficio complicado debido a la extracción de la cal, que se extraía de los calveros y se llevaba en carro hasta la calera.

Para poder alcanzar la temperatura requerida para obtener la cal, imprescindible en la construcción (mezclando la cal con arena y agua se hacía la argamasa, que era utilizada como cemento), era necesario cebar el horno durante una semana. Sin embargo, cuando el cemento empezó a ganar terreno en la construcción, la calera dejó de utilizarse, allá por los años sesenta.