La San Silvestre comienza junto al estadio Santiago Bernabéu y arranca con una fuerte subida por Concha Espina. Desde ahí, por la calle Serrano, es casi todo bajada, hasta el kilómetro 7,5. Y la última parte, a partir del Puente de Vallecas, es lo más duro. Una subida constante que solo se ve mitigada por el apoyo de los miles de aficionados que animan agolpados desde los laterales.