El 5 de agosto de 1962 el mundo del cine perdía a una de sus estrellas más universales.
Y es que Marilyn Monroe ha sido mucho más que una actriz de cine, la rubia más famosa de la gran pantalla, se convirtió en sus escasos 36 años de vida, en un auténtico icono que ha trascendido a varias generaciones.
Hace 60 años, 'la ambición rubia' aparecía muerta en su casa de Los Ángeles por una sobredosis de barbitúricos.
Seis décadas después, continúan las especulaciones sobre si fue un suicidio o un asesinato supuestamente instigado por los Kennedy para ocultar su relación con John F. Kennedy.
Lo único seguro es que Norma Jean Baker, su verdadero nombre, falleció esa noche para dar paso a uno de los mitos más imperecederos del mundo del cine: Marilyn Monroe.
Marilyn Monroe no dejó herederos tras su muerte por lo que sus posesiones han pasado a ser vendidas por cantidades astronómicas y no siempre se han conservado de la manera más adecuada.
Es el caso de la casa donde falleció, que se ha salvado de ser demolida como pretendían sus actuales dueños, tras haber sido declarada monumento histórico cultural por el ayuntamiento de Los Ángeles.