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El Safari de Madrid tiene un nuevo miembro en la famila, se llama kazai y es una cría de rinoceronte blanco sureño, llegado desde Suecia. Un ejemplar de 3 años de una especie muy amenazada.

Su traslado ha sido muy complejo y se está adaptando a su nuevo hogar. El safari Park participa en un programa europeo de conservación de especies en peligro de extinción.

La caza furtiva de estos animales -impulsada por la alta demanda de sus cuernos, sobre todo en China y algunos países del sudeste asiático- los ha llevado al borde de la extinción.

Sin embargo, las poblaciones de rinocerontes negros y blancos están creciendo por primera vez en la última década en África después de haber sido diezmadas por la caza ilegal y la pérdida de sus hábitats, según el último estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), publicado el pasado septiembre.

De acuerdo con la UICN, a finales de 2022 había 23.290 rinocerontes -incluidos 6.490 rinocerontes negros- en todo el continente, un 5,2 % más que en 2021, pese a que murieron al menos 561 a manos de los cazadores furtivos.