Así es la finlandesa Sanna Marin, la primera ministra más joven del mundo
Tiene 34 años y pertenece al ala más progresista del Partido Socialdemócrata
Feminista convencida, defensora de los derechos LGTBI y dispuesta a frenar a la ultraderecha. Así es Sanna Marin, la nueva primera ministra de Finlandia, quien, con solo 34 años, se ha convertido en la jefa de Gobierno más joven del mundo.
Marin ha sustituido a Antti Rinne, su predecesor en el cargo, obligado a dimitir por su mala gestión de la empresa estatal de Correos. Reflejo de la tolerante sociedad finlandesa, es hija de una pareja de lesbianas y se sitúa en el ala más progresista del Partido Socialdemócrata, por lo que se espera que su política dé un giro a la izquierda durante el resto de la legislatura.
Desde este martes, Marin ejerce ya como primera ministra, tras haber recibido el respaldo del parlamento finlandés. Su carrera política desde 2010 ha sido fulgurante. Miembro de las juventudes socialdemócratas desde muy joven, en ese año entró a formar parte del comité nacional del SDP a pesar de su escasa experiencia. En 2012 fue elegida concejal del ayuntamiento de Tampere y en 2015, con 29 años, consiguió su primer escaño en el Eduskunta (parlamento finlandés), aunque el SDP registró los peores resultados de su historia (el 16,5 % de los votos).
Objetivo: frenar a la ultraderecha
Su mezcla de firmeza, simpatía y carisma le permitió ascender en el organigrama del SDP hasta alcanzar la vicepresidencia del partido en 2017, entonces liderado por el exsindicalista Antti Rinne. Al inicio de la campaña electoral del pasado abril, con Rinne convaleciente de una grave enfermedad, Marin tomó con firmeza las riendas del SDP hasta que el líder socialdemócrata se recuperó totalmente.
En esos comicios el SDP logró una agónica victoria sobre el partido de ultraderecha Verdaderos Finlandeses, al que se impuso por apenas 7.000 votos, en el primer triunfo socialdemócrata de las últimas dos décadas.
El ascenso de la ultraderecha complicó la formación de un Gobierno con mayoría parlamentaria, una situación que finalmente se solventó con la creación de una coalición de centro-izquierda de cinco partidos, en cuyo ejecutivo entró Marin para gestionar la cartera de Transporte y Comunicaciones.
Sin embargo, la coalición duró apenas seis meses unida, hasta que los liberales del Partido de Centro retiraron su confianza al primer ministro Antti Rinne y exigieron su dimisión, lo que ha dejado libre el camino a la joven política hacia a la jefatura del Gobierno.
Ahora su principal cometido, además de dirigir el Ejecutivo, será tratar de recuperar el respaldo popular que el SDP ha perdido durante estos seis meses de gobierno y frenar el ascenso de Verdaderos Finlandeses, a quienes las encuestas sitúan actualmente como primera fuerza del país nórdico.
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