600 personas participan en la asamblea parlamentaria de la OTAN que desde el viernes se está celebrando en el hotel Meliá Castilla. El dispositivo de seguridad desplegado ha supuesto un refuerzo de 1.000 agentes de Policía Nacional y 140 de la municipal. Un nuevo reto para la ciudad de Madrid en lo que se refiere a organización de eventos internacionales.
En este caso la incidencia en la ciudad ha sido mucho menor que la Cumbre de la OTAN celebrada en junio. Los que más lo han notado ha sido los repartidores y los que buscaban aparcamiento por la zona donde se celebra la reunión.
No se ha cortado el tráfico de la calle pero nada se deja al azar. No puede haber furgonetas en doble fila. Algunos repartidores estos días han tenido que cambiar sus planes.
En el interior del hotel, los periodistas de diferentes países preparados y en el exterior el dispositivo de seguridad no pasa inadvertido. Camión de bomberos por si ocurriera cualquier incidencia, agentes de la UIP que no pierden de vista ningún de talle. No se puede caminar por la acera que está pegada al hotel, aunque algunos se lo saltan.
En unas horas todo volverá a la normalidad.