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La Comisión Europea y el Gobierno de Boris Johnson han logrado este jueves un acuerdo para asegurar una ruptura ordenada entre Reino Unido y la Unión Europea. El pacto necesita aún el visto bueno de los líderes europeos, que se reúnen hoy y mañana en Bruselas y de la aprobación de los Parlamentos británico y europeo para que sea válido.

"Los negociadores han alcanzado un acuerdo sobre el protocolo revisado para Irlanda e Irlanda del Norte y sobre la declaración política (que sienta las bases de la relación futura)", ha escrito el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en una carta al presidente del Consejo, Donald Tusk, para informarle del avance.

El protocolo que afecta al Ulster era el último escollo por salvar ya que Londres rechazaba de plazo la salvaguarda irlandesa inicialmente diseñada, pero la UE la consideraba imprescindible para evitar la vuelta a una frontera dura en la isla y también para proteger la integridad del Mercado Unico.

La UE, con el visto bueno de Dublín, ha renunciado a que la red de seguridad modificada sea ilimitada en el tiempo y ha introducido el principio de consentimiento, por el que cuando se cumplan cuatro años del protocolo la Asamblea de Irlanda del Norte podrá decidir por mayoría simple si lo prorroga o no. "Cuando hablamos de Irlanda del Norte, hablamos de economía, asuntos técnicos, bienes. Pero para mí, desde hace tres años, lo que realmente importa es la gente de Irlanda e Irlanda del Norte. Lo que realmente importa es la paz", ha remachado el negociador jefe de la UE, Michel Barnier.

El pacto cuenta con la "aprobación" de la Comisión Europea y también con la del Gobierno británico, según le ha trasladado Johnson a Juncker en una conversación telefónica mantenida a primera hora.

"Cuando hay voluntad, hay un acuerdo: Tenemos uno. Es un acuerdo justo y equilibrado para la Unión Europea y para el Reino Unido y es prueba de nuestro compromiso de encontrar soluciones", ha dicho Juncker más tarde a través de las redes sociales, para anunciar que ha pedido a los jefes de Estado y de Gobierno que validen el acuerdo durante su cumbre de este jueves.

"Tenemos un gran nuevo acuerdo que recupera el control. Ahora el Parlamento debería hacer efectivo el Brexit el sábado para que podamos continuar con otras prioridades como el coste de la vida, el sistema nacional de salud, los crímenes violentos y el medio ambiente", ha escrito también en Twitter el primer ministro británico Boris Johnson.

A su vez, Tusk ha asegurado en declaraciones a la prensa que no está "feliz" por el acuerdo, porque esto supone que Reino Unido saldrá de la UE, pero ha subrayado que "un acuerdo es mucho mejor que un no acuerdo".

La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) comenzó este jueves con la perspectiva de que los Veintisiete aprueben el acuerdo de "brexit" sellado hoy mismo por los negociadores comunitarios y británicos, aunque la incógnita es si lo avalará el Parlamento de Westminster.

Londres asegura que puede cumplir la ratificación parlamentaria en cuestión de "días", en principio se cuenta con que la Cámara de los Comunes lo votará este mismo sábado, mientras que el Parlamento europeo se ha comprometido a agilizar también su parte para someterlo a votación en su pleno de la semana próxima y que el acuerdo estuviera a tiempo para el Brexit el próximo 31 de octubre.

Los acuerdos negociados solo afectan al protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte, por lo que el resto de cuestiones que trata el Tratado de Retirada negociado en su momento por Theresa May no cambia. Por ello, Barnier ha instado a Westminster a "asumir su responsabilidad" y que dé su apoyo al acuerdo que permitirá que "se ponga en marcha" aquello que los británicos decidieron hace tres años cuando votaron en un referéndum a favor de la salida de la Unión Europea."Es un acuerdo justo y razonable, en palabras del primer ministro Johnson", ha subrayado Barnier en una rueda de prensa en Bruselas, para recalcar que la solución negociada satisface también al 'premier', muy crítico con el acuerdo anterior negociado por Theresa May.

El Partido Democrático Unionista, socio de Johnson, asegura que no apoyará el acuerdo

El Parlamento británico afrontará un escenario endiablado este sábado, cuando el primer ministro, el conservador Boris Johnson, presente un acuerdo del "brexit" que no tiene todavía asegurado el respaldo de la mayoría de los diputados. El primer ministro necesita 320 votos, pero solo cuenta con 288 diputados conservadores, de los cuales una parte ha amenazado con rebelarse contra él, como ya hicieron con su antecesora, Theresa May.

El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), socio del Gobierno británico con 10 diputados, anunció hoy que "no será capaz" de apoyar en el Parlamento de Londres el acuerdo de salida de la Unión Europea (UE) firmado por el primer ministro, Boris Johnson. La formación unionista reiteró en un comunicado su rechazo al nuevo pacto porque "estos arreglos" no velan por los "intereses a largo plazo" de la provincia británica de Irlanda del Norte.

Con todo, el Gobierno británico confía en que en esta ocasión puede reunir los apoyos necesarios para ganar la votación. "No contemplamos la derrota", ha dicho el ministro del Gabinete, Michael Gove.

Si el Parlamento no respalda el acuerdo el sábado, la ley obligará al primer ministro a pedir a Bruselas una nueva prórroga del "brexit" más allá de la actual fecha de salida prevista, el 31 de octubre. Johnson ha insistido, sin embargo, en que no tiene intención de solicitar una extensión en ninguna circunstancia.