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Cáritas Diocesana de Getafe ha puesto en marcha una nueva edición de su campaña 'Nadie sin Hogar' para sensibilizar a la sociedad sobre la realidad de las personas sin hogar, sobre todo en los municipios del sur de la región, donde se ha detectado un incremento de estas situaciones en los últimos años.

Bajo el lema 'Comparte tu red. No dejes que queden fuera de cobertura', la campaña quiere mostrar como "cada vez más personas están viviendo en las periferias sin acceso a varios de sus derechos", en un contexto de clara desprotección social o en pisos hacinados ante la imposibilidad de pagar el alquiler de una vivienda completa.

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Así lo ha remarcado el obispo de la Diócesis, Ginés García Beltrán, quien ha presidido este jueves el acto de presentación de esta nueva campaña de Cáritas, que se ha llevado a cabo en el asentamiento chabolista de Las Sabinas, en Móstoles, como símbolo de una de las principales muestras del sinhogarismo en la región.

En esta ocasión, la campaña hace hincapié en "la desconexión de las personas sin hogar de la sociedad y de su dignidad", insistiendo en "la urgencia de continuar comunicando a la ciudadanía el aislamiento social y la escasa posibilidad de salir de esos círculos de pobreza".

Esta propuesta invita además a la acción individual, al instar a cada persona y comunidad a apoyar a las personas sin hogar que carecen de una red social o de los medios necesarios para poder salir de esta situación, lo que implica un compromiso comunitario además.

La campaña busca también visibilizar los diferentes tipos de sin hogarismo en la sociedad actual y con los que Cáritas trabaja en la zona sur de la región: personas en situación de calle, sin vivienda (alojadas en recursos de emergencia), vivienda insegura (hacinadas en viviendas o que no pueden afrontar los gastos del hogar) e inadecuada (infraviviendas, asentamientos chabolistas...).

Según el VIII Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, presentado en enero de 2022, uno de cada cinco familias en nuestro país sufre exclusión residencial, es decir, que tienen graves dificultades en relación al acceso y al mantenimiento de la vivienda.

En este sentido, Cáritas Diocesana de Getafe dispone de uno de los pocos recursos que ofrece acogida a personas en situación de sin hogar de manera continua en la zona sur de la Comunidad de Madrid: el centro para personas sin hogar San Vicente de Paúl, donde en lo que va de 2023, han pernoctado 340 personas.

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El servicio diocesano de vivienda de Cáritas en el sur de Madrid también trabaja a diario para sensibilizar sobre el riesgo en el que viven también varias personas ante la posible pérdida de su vivienda habitual, ya que se observa cómo cada vez más personas viven hacinadas en pisos compartidos.

Del total de personas acompañadas en lo que va de 2023, el 57,3 % vive en régimen de alquiler y el 24,1 % reside en habitaciones alquiladas (re-alquiler) o es acogido por otras personas en sus domicilios particulares, al no poder permitirse ni siquiera una habitación.

Para hacer frente a esta situación de inseguridad en la vivienda de tantas familias, ante el aumento de los tipos de interés y de los alquileres, Cáritas Diocesana de Getafe ha aumentado las ayudas en un 55% durante el presente año, pasando de un presupuesto de 22.599 euros en 2022 a un gasto de 41.059 euros hasta la fecha en 2023.

Además, como anunció el director de Cáritas Diocesana de Getafe, Jesús Casares, al inicio del curso, se va a poner en marcha un nuevo piso ubicado en la localidad de Alcorcóon para acoger a madres con hijos en situación de calle, desalojo o pérdida de la habitación en la que vivían.

Este nuevo recurso responde al progresivo aumento de la demanda femenina en estos proyectos, ya que dos de cada diez personas sin hogar en situación de calle atendidas por Cáritas son mujeres.

Por otro lado, la campaña también pone el acento en que "la falta de vivienda no solo afecta a la ausencia de un techo, sino también a derechos básicos como el acceso al agua, la higiene, la seguridad, la alimentación y el empadronamiento", algo que están experimentando las casi 1.000 personas y familias que viven en Las Sabinas, en Móstoles.

Este poblado, además, se ha visto gravemente afectado por las fuertes inclemencias climatológicas, como fueron la Filomena de hace unos años o la reciente DANA, en donde se sufrieron fuertes inundaciones en sus infraviviendas.

Cáritas Diocesana de Getafe lleva varios años trabajando con la población del asentamiento y, desde 2021, elevó una queja ante el Defensor del Pueblo, aún en trámite, para alertar de la situación de estas personas que viven en chabolas, caravanas, en asentamientos o en viviendas cedidas, "la parte más invisible del 'sinhogarismo'".