El obstáculo que suponía un escalón y que propició el aplazamiento por unanimidad de la Comisión de Residencias en la Asamblea de Madrid ha sido solventado. Era un obstáculo insalvable para el compareciente, el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, Óscar Moral Ortega, y para su silla de ruedas.
Este miércoles, casi 20 días después, la reunión de la Comisión se ha retomado en otra sala, en la única accesible en silla de ruedas, de la Asamblea de Madrid. En esta nueva sesión ha comparecido el que fuera director general de Coordinación Sociosanitaria de la Comunidad Carlos Mur de Viu.
Mur ha reconocido que hubo protocolos, cuatro, el definitivo, el del 25 de marzo, pero todos ellos se trasladaron al consejero de Políticas Sociales y al de Sanidad. A partir de ahí asegura que el traslado fue competencia de cada una de las Consejerías. Ha dicho también que él no estaba de acuerdo con estos protocolos, sí en el definitivo, en el del día 25 que hubo consenso y se elaboró también en la Consejería de Sanidad.
Protocolos de traslado
“Yo decido avalar el protocolo –ha declarado Mur- siendo una versión de las anteriores y antes de la firma definitiva lo consulté y lo comenté”. Los avaló aun no estando de acuerdo con la totalidad, ya que, según asegura, estaban basados en criterios técnicos de medicina de catástrofes y que se trataba de dar respaldo a los geriatras.
“Se trataba únicamente de recomendaciones de personas que sería mejor intentar tratar en las propias residencias y nunca se llegó a aplicar por aquellos que tenían que haberlo aplicado”, ha señalado Mur.
No solo había protocolos de traslado hospitalario, también se ha conocido que los hubo para IFEMA y en los hoteles medicalizados. Las personas que no tenían movilidad no podían ser trasladados a estos centros. “No podían ir pacientes no dependientes”, ha manifestado Óscar Moral Ortega, presidente de CERMI.
35 discapacitados de residencias perdieron la vida por Covid hasta el mes de julio, según datos oficiales.