La Comunidad de Madrid cuenta con unos 4.000 menores con algún tipo de protección (guarda o tutela) y de ellos, un 60 por ciento viven con familias madrileñas, gracias al acogimiento familiar, mientras que el 40 por ciento restante se encuentra en centros de acogida residencial donde reciben una atención integral y específica según sus necesidades.