Centenares de personas han acudido a la Basílica del Valle de los Caídos para asistir a la misa oficiada por el abad de los monjes benedictinos Santiago Cantera en memoria de José Antonio Primo de Rivera y del dictador Francisco Franco, del que se cumplen 43 años de su fallecimiento.
Desde las nueve de la mañana, con el recinto cerrado, decenas de coches se agolpaban en la entrada del monumento regentado por Patrimonio Nacional ante grandes medidas de seguridad por parte de la Guardia Civil.
A las once de la mañana ha comenzado la misa, con presencia del bisnieto del dictador, Luis Alfonso de Borbón, y al presidente de la Fundación Francisco Franco, Juan Chicharro.
Durante la homilía, Cantera ha subrayado que en este lugar se realiza un recuerdo a todas las víctimas de la Guerra Civil tanto del bando nacional como republicano.
Asimismo, ha recalcado que en la tradición cristiana los cuerpos de los difuntos tienen que gozar de "dignidad y respeto" para que "reposen en paz".
Tras este acto litúrgico los asistentes se han agolpado ante las tumbas de Franco y Primo de Rivera para depositar flores. En todo momento el lugar ha estado custodiado por agentes de la Guardia Civil que han requerido a los asistentes que no portaran símbolos franquistas.
No obstante, al acabar el acto fuera del lugar uno de los presentes se ha encarado con los agentes al portar una bandera preconstitucional. A su salida del tempo, Luis Alfonso de Borbón ha rechazado hacer declaraciones y ha reclamado "respeto" para la familia en este aniversario.