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La Comunidad de Madrid va a elaborar un estudio "pionero" sobre muerte súbita para prevenir y evitar nuevos casos en la misma familia a través de un análisis genético de la persona fallecida por este motivo y otro clínico de sus familiares. El presidente regional, Ángel Garrido, ha presentado hoy la firma de un protocolo de actuación entre la Consejería de Justicia y la de Sanidad para abordar este asunto.

El acuerdo contempla la creación de un protocolo autonómico multidisciplinar que permita el estudio de la muerte súbita cardiaca y de las cardiopatías familiares subyacentes, como miocardiopatías y canalopatías.

También prevé la constitución de un grupo de trabajo formado por profesionales de diferentes especialidades para atender a las familias con cardiopatías genéticas causantes de muerte súbita, así como un "estudio exhaustivo" de las causas en casos concretos.

En este estudio van a trabajar juntos el Instituto Anatómico Forense, dependiente de la Consejería de Justicia, que aporta asistencia técnica en la práctica de autopsias y en las pruebas complementarias asociadas a estudios forenses, y el Servicio Madrileño de Salud (Sermas).

El protocolo tendrá una duración de cuatro años y podrá prorrogarse anualmente hasta un máximo de cuatro años adicionales.

"Estoy convencido de que este modelo de trabajo va a ser una referencia en el conocimiento de la muerte súbita", ha declarado Garrido en el acto.

323 CASOS DE MUERTE SÚBITA REGISTRADOS POR EL SUMMA 112 EN 2017

El Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid (Summa 112) registró en 2017 un total de 323 casos de pacientes que fallecieron de muerte súbita, de los que cinco eran lactantes, según ha señalado el Gobierno regional en una nota de prensa.

Esto supuso alrededor del 2% del total de las muertes naturales registradas en la región, aunque según apuntan desde el Ejecutivo autonómico el porcentaje puede ser más elevado ya que las muertes súbitas "no siempre se identifican".

En lo que va de año, 271 personas han fallecido por muerte súbita en la región, ocho de ellas lactantes.

La muerte súbita "es el fallecimiento que se produce en la primera hora desde el inicio de los síntomas, o el fallecimiento inesperado de una persona aparentemente sana que se encontraba bien en el plazo de las 24 horas previas", según la Fundación Española del Corazón.

En la mayoría de los casos estos fallecimientos repentinos se deben a cardiopatías familiares con una causa genética, según el Gobierno regional, que ha subrayado que el "diagnóstico temprano y el conocimiento de la enfermedad pueden evitar complicaciones" e impedir más casos en otros miembros de las mismas familias.