El Congreso de los Diputados homenajea a Azaña en el 80 aniversario de su muerte
Batet apela al ejemplo de Manuel Azaña como reformista y reconciliador
El Congreso de los Diputados ha homenajeado a Manuel Azaña al cumplirse este martes el ochenta aniversario de su fallecimiento, y la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, ha apelado al ejemplo del que fuera presidente de la II República como reformista y defensor de la reconciliación de los españoles.
El Salón de Pasos Perdidos del Congreso ha acogido este acto al que ha asistido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los miembros de la Mesa del Congreso y portavoces del PSOE, PP, Unidas Podemos y Ciudadanos.
También han asistido la sobrina nieta de Azaña, María José Navarro Azaña, así como el alcalde de la ciudad madrileña de Alcalá de Henares (donde nació el político), Javier Rodríguez Palacios, y el presidente de la Fundación Manuel Azaña, Isabelo Herreros.
Batet ha celebrado que en este momento en el que en España "no vamos sobrados de consensos" se haya acordado por parte de la gran mayoría del Congreso este homenaje a una figura esencial en la historia de España como es la de Azaña, de ahí que este acto tenga para ella una "significación profunda en la España de hoy". Azaña, ha dicho, es "un referente político plenamente vigente y compartido" y no hay otro político español cuyas citas "hayan resonado más veces" en los plenos del Congreso desde la instauración de la democracia.
Desde Adolfo Suárez a Mariano Rajoy, pasando por Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, Batet ha recordado el reconocimiento que de una forma u otra ha recibido Azaña por todos los presidentes, incluido Pedro Sánchez, quien hace ahora un año visitó la tumba del político en la localidad francesa de Montauban.
Y ha subrayado el hecho de que "no ha habido Gobierno en la España democrática, independientemente de su color político", que no se haya vuelto hacia Azaña "mostrando su respeto, esperando orientación o hasta en busca de legitimación para sus actos y políticas".
En su discurso, la presidenta del Congreso ha destacado sobre todo que Azaña fue "un reformista" pero también "un hombre de reconciliación". "Lo fue siempre en su defensa de la integración y de la fuerza de la convicción frente a la exclusión y el exterminio del contrario", ha apuntado.
Aunque ha reconocido que el consenso en torno a la figura de Azaña ha sido "tardío", ha señalado que "no puede pensarse mejor compensación" a dicha tardanza que transformarlo en "un consenso constitucional de la nueva España democrática que nació hace hoy algo más de cuarenta años".
Meritxell Batet ha querido finalmente recordar las palabras que pronunció la viuda de Azaña, Dolores Rivas Cherif, al recibir el abrazo del rey Juan Carlos I en México en 1978: “Cuánto le hubiera gustado a don Manuel Azaña vivir este día, porque él quería la reconciliación de todos los españoles”.
La emotiva interpretación al piano del famoso pasodoble "Suspiros de España", de Antonio Álvarez Alonso, a cargo de Samuel Martín, alumno del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid ha puesto el broche final a este acto.
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