Con la inflación desbocada, los madrileños han visto cómo su cesta de la compra ha subido de precio hasta el punto de tener que buscar formas de ahorro para que la factura no se dispare aún más.
Los precios en los supermercados han subido exponencialmente, pero algunos comercios intentan ayudar al consumidor con precios más bajos.
Una buena idea es mirar qué comercios del barrio ofrecen precios que se acerquen más a los de 2021, como es el caso de una frutería de Madrid, que vende productos que están próximos a caducar un 90% más baratos que el resto.
En época de verano, la subida en el coste de los alimentos se está notando aún más en los platos típicos, como es el gazpacho.
Los ingredientes para hacer esta sopa fría han subido un 45%: el aceite de oliva ha subido un 28%, los tomates están un 15% más caros, la sal cuesta un 10% más y el pan un 14%.
Pero si se quiere ahorrar también se debe prestar atención a la forma de cocinar lo que se compra.
Y es que si las patatas ya han subido, hacerlas fritas dispara el gasto de la compra por la gran cantidad de aceite que se necesita. Por eso, una opción puede ser pochar las patatas en el microondas.
La subida del IPC en más de un 10% hará que las familias españolas gasten unos 830 euros más este año en alimentación con respecto a 2021.