Durante los últimos años se han incrementado considerablemente las estafas vía telefónica o informática.
Nuestro día a día hace que cada vez más gente recurra a las redes sociales para conocer gente y relacionarse socialmente.
Una de las modalidades que ha sufrido un mayor incremento es la de las popularmente conocidas como "estafas del amor".
Auténticos profesionales del halago juegan con los sentimientos de sus víctimas sin remordimiento alguno.
Normalmente son ellos los que se ponen en contacto con la víctima tras haber realizado un estudio de campo.
Estos embaucadores se aprovechan de la soledad, la fragilidad o la enfermedad para seducir, convencer y hasta enamorar a sus víctimas con el único fin de robarles su dinero.
Esta vulnerabilidad hace que a la pérdida económica se una el daño emocional. Las víctimas de estos timadores sufren pérdida de autoestima, de dignidad y de confianza.
El miedo a ser estigmatizados hace que solo el 10% de las victimas lleguen a denunciar.
Para luchar contra este estigma se ha constituido en España la primera asociación para prestar asistencia psicológica y asesoría jurídica a las víctimas de este tipo de fraudes.