La Policía marroquí ha actuado contra decenas de jóvenes concentrados en el entorno de Castillejos, a dos kilómetros de la frontera con Ceuta. La presión migratoria vuelve a crecer en Ceuta donde la Guardia Civil se mantiene alerta en la frontera.
Tensión en Ceuta y tensión en Madrid, crece la crisis diplomática entre el Gobierno y Marruecos. Los mensajes entre ambos se suceden y en medio de ese tira y afloja está la declaración del que parece ser el germen de esa crisis. El líder del frente Polisario ha declarado en la Audiencia Nacional donde ha negado las acusaciones y dice que le están usando con fines políticos.
Sin medidas cautelares
Finalmente, la Justicia no ha dictado las medidas cautelares que pedían los querellantes, como la retirada del pasaporte y el ingreso en prisión, y Brahim Ghali ha quedado en libertad. Dice el juez que los indicios que hay en su contra son indicios muy débiles. Ha aceptado pedirle un teléfono y un domicilio para ser localizado. La defensa de Ghali asegura que es un asunto político y que Marruecos está detrás de todo esto.
En la Audiencia Nacional tiene una querella por torturas y dicen los abogados de la acusación que no tiene sentido no haber tomado medidas contra Ghali porque si ha sido admitida a trámite era porque los indicios eran suficientes,
Querella por torturas
El líder del Polisario ha comparecido desde el hospital en Logroño y ha declarado ante el juez por dos querellas contra él por presuntos delitos de lesa humanidad, genocidios y torturas.
“La querella es un motivo absolutamente político para tratar una vez más de minar la dignidad y la credibilidad del pueblo saharaui”, ha dicho el abogado de Ghali Manuel Olle.
Maria José Malagón de la acusación particular ha dicho que “mi cliente es un señor que ha sido torturado y las torturas están más que confirmadas, hay miles de testigos”.
Ante la Audiencia, ha habido una concentración por una tercera querella que ya fue archivada, la de una mujer saharaui que acusó a Gahili de violación durante los trámites para la emisión de un pasaporte.
La excusa de Marruecos
La presencia de Ghali fue la excusa de Marruecos para desencadenar una crisis diplomática con España tras la entrada masiva de migrantes en Ceuta. Hasta que ayer lunes Rabat en dos comunicados y respuesta de Pedro Sánchez entre medias, reconoció lo que venía negando: que el fondo de la crisis es la postura española sobre el Sahara occidental.
“No es admisible que el gobierno de Marruecos desafíe las fronteras y la integridad territorial por discrepancias en esa política exterior que como ustedes saben la posición de España ha sido bien conocida”, ha dicho la portavoz del Gobierno María Jesús Montero.
Sin explicaciones en el Congreso
La oposición pide que Sánchez lo explique en el Congreso, pero el Gobierno y sus socios lo han frenado en la Mesa. El líder del PP, Pablo Casado ha dicho que ahora mismo lo que se debía de hacer es intensificar unas relaciones y resolver una crisis de la que algunos llevamos avisando desde hace un año”.
Iván Espinosa de los Monteros, de Vox, ha señalado que “es de una gravedad extraordinaria que España no debe ni puede tolerar, que Marruecos desafíe de una manera tan abierta nuestra soberanía”.