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Cambio histórico en los exámenes de la DGT. Las pruebas se adaptan a los nuevos vehículos, por lo que está permitido utilizar el sistema que impide que los vehículos se calen en las cuestas, la cámara de visión trasera para aparcar o las luces automáticas.

El 15 de septiembre ha entrado en vigor una nueva instrucción #DGT por la que se permite disponer a los vehículos utilizados para la realización del examen práctico de conducir de determinados sistemas avanzados de ayuda a la conducción #ADAS. https://t.co/1RI0CEjNhP pic.twitter.com/AlrBsoBPdY

— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) 16 de septiembre de 2019

Los sensores de aparcamiento, la cámara de marcha atrás, la ayuda de salida en pendiente y el start stop estarán autorizados en los nuevos exámenes de conducir. También están permitidos el limpiaparabrisas y las luces automáticas, aunque el alumno tendrá de activarlas de manera manual en el caso de que no se enciendan solos.

"Estos cambios ayudarán al alumno y evitarán que se ponga tan nervioso"

Según Fernando Lara, de la Autoescuela Lara, estos cambios ayudarán al alumno, ya que, por ejemplo, "un calado durante el examen de conducir hace que el alumno se ponga muy nervioso". Además, ha añadido que se trata de "adaptar la tecnología real que tenemos en los vehículos a la obtención del permiso de conducir".

Otras ayudas permitidas, pero que valorará el examinador, son el frenado de emergencia y la alerta de tráfico cruzado. Lo que no se puede usar durante el examen es el sistema de ayuda de estacionamiento total, por el que el coche aparca solo sin intervención del conductor.