Comienzan a llegar las cartas a los elegidos como miembros de las mesas electorales. Y según van llegando va creciendo el número de personas que alegan no poder asistir. Unos aducen motivos de edad (mayor de 65 años), discapacidad, enfermedad, embarazo (6 meses de gestación) o trabajadores que tienen que prestar un servicio esencial.
Son algunas de las exenciones que permite la ley. Pero también hay que tener en cuenta que no presentarse a una mesa electoral puede suponer pena de prisión de entre 3 meses a un año o una multa de 6 a 24 meses.
Que se celebren las elecciones en día laboral y en medio de la pandemia son dos factores que han disparado las excusas. No obstante, cerca de 70.000 madrileños han sido convocados para formar parte de una mesa electoral.
Se han elegido por sorteo en plenos municipales extraordinarios. Una vez que los ayuntamientos lo comunican a los interesados hay siete días para formular las alegaciones. Si no hay respuesta no significa que sea eximido de la obligación. Deberá presentarse igualmente en el colegio electoral.
A los miembros de las mesas se les entregará un kit antiCovid con mascarillas, pantalla protectora, gel hidroalcohólico y productos de desinfección. También recibirán una compensación económica por el trabajo desempeñado a lo largo de la jornada electoral.