ETA: cuarenta años de crímenes y una derrota final
La lucha de las fuerzas de seguridad y la rebelión de la sociedad decidieron el final de la banda
Se cumplen diez años del final de los atentados de la banda asesina, pero desde entonces ni ha habido una petición de perdón a las víctimas ni colaboración para esclarecer los crímenes que siguen sin resolver.
La actuación de las Fuerzas de Seguridad y la presión de toda la sociedad española propició el final de ETA hace una década.
Fueron cuarenta años de crímenes desde la primera víctima reconocida, el guardia civil José Antonio Pardines en 1968. En 1973 estalla una bomba al paso de coche del almirante Carrero Blanco.
Al año siguiente, una bomba mata a a 13 personas en la cafetería Rolando, a escasos metros de la puerta del Sol. Con la democracia , Eta mata aun mas . A José María Ryan, el ingeniero jefe de la central nuclear de Lemóniz, le pegan un tiro en la cabeza tras una semana secuestrado.
Empiezan los coches bomba en Madrid: los 12 militares asesinados en la Plaza de la República Dominicana, Irene villa y su madre. Lo intentaron incluso con José María Aznar .
Los 'años de plomo'
El atentado más brutal sucede en Barcelona, los 21 muertos en el Hipercor. En 1987 revientan la la casa cuartel de Zaragoza, once muertos, cinco de ellos niños. Repitieron cuatro años después en Vic. Diez muertos, la mitad niños.
Fueron los años del plomo. ETA mataba a miembros de las fuerzas de seguridad, pero también a jueces y Fiscales como José María Lidón y Carmen Tagle, y políticos del PSOE y PP: Gregorio Ordóñez, Alberto Jimenez Becerril, Fernando Buesa o Ernest LLuch. Hasta 38 víctimas.
Las manos blancas
Poco a poco, Francia va dejando de convertirse en su santuario A mediados de los años 90, la banda terrorista busca impacto mediático. Mata a Francisco Tomás y Valiente, expresidente del Tribunal Constitucional y lo hace en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid. Surge la rebelión de las manos blancas.
532 días estuvo secuestrado José Antonio Ortega Lara hasta que la Guardia Civil lo liberó. Días después, secuestra a Miguel Ángel Blanco para exigir el acercamiento de los presos. A las 48 horas le ejecutaron de dos balazos . Nace el espíritu de Ermua. En el País Vasco empieza a gritarse basta ya, el cerco internacional se estrecha, pero siguen los atentados.
La bomba en el aparcamiento de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas en plenas conversaciones con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la casa cuartel de Burgos, hasta los últimos asesinatos, dos guardias civiles en Calviá.
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