El CSIC investiga cómo cargar dispositivos móviles con calor corporal

Un proyecto del CSIC, con financiación europea, investiga cómo cargar dispositivos móviles con nuestra energía corporal.

El Instituto de Micro y Nanotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Tres Cantos, trabajan desde octubre de 2022 en un dispositivo capaz de convertir el calor que desprende nuestro cuerpo en energía suficiente para cargar los dispositivos que llevamos encima cada día.

Partiendo de la base de que la temperatura media del cuerpo humano suele rondar los 36 grados centígrados y la temperatura ambiente se sitúa en torno a los 25 grados, los investigadores estudian la posibilidad de usar ese excedente sin perjudicar la salud.

Para ello necesitan conseguir desarrollar un generador termoeléctrico flexible, capaz de adaptarse al contorno de la piel para absorber mejor la temperatura.

Por el momento tan solo existen en el mercado generadores rígidos e incapaces de abarcar toda la superficie necesaria.

De conseguirlo, la aplicación del generador no se limitaría a los relojes, auriculares o gafas inteligentes. Está pensado también para poder emplearse en dispositivos médicos que vayan pegados al cuerpo para medir la insulina o la presión arterial.

EL CUERPO COMO BATERÍA

Actualmente trabajan con prototipos pequeños, del tamaño de una moneda de dos euros, pero el objetivo es hacerlos de distintos tamaños, incluso a escala de las partes del cuerpo, porque cuanta más superficie ocupe el generador, más energía podrá generar.

A día de hoy están estudiando que partes del cuerpo son las que más calor desprenden para utilizarlas como baterías.

Los prototipos se centran ahora en dispositivos pequeños y pegados a la piel, pero en el futuro, aseguran, podría aplicarse también a los teléfonos móviles.

Son tan solo algunas de las ideas que en menos de una década podríamos hacer realidad en nuestros propios cuerpos.