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El Gobierno lanzará próximamente una campaña de comunicación que ofrecerá recomendaciones a los hogares españoles para reducir su consumo energético y contribuir así a la coyuntura "tan compleja" que atraviesa Europa como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania.

Sin embargo, según ha explicado este miércoles la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, tras finalizar la Conferencia Sectorial de Energía, la contribución de los hogares a la estrategia de ahorro energética del país será "voluntaria".

La conferencia se enmarca dentro de la nuevo ronda de contactos que está llevando a cabo el Ejecutivo, a través de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, para terminar de diseñar el plan de contingencia de seguridad energética que exige Europa, y que estará listo a lo largo de este mes.

En este sentido, Aagesen ha explicado que todas las comunidades autónomas han presentado sus propuestas para contribuir a reducir en un 7% el consumo energético nacional, tal y como pactó España con Bruselas.

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Preguntada sobre cómo el aumento de las exportaciones a Francia puede dificultar que se alcance ese porcentaje de ahorro, Aagesen ha explicado que Europa es "plenamente consciente" de esta circunstancia. Así, defiende que el mayor consumo de gas registrado en las últimas semanas se debe "exclusivamente" al mayor volumen de exportaciones con Francia, afectada por el escaso rendimiento de sus reactores nucleares, de los cuales más de la mitad se encuentran actualmente parados.

"La industria, los hogares y el resto de los componentes que consumen gas en nuestro país sí están reduciendo la demanda", ha asegurado Aagesen.

Repsol y Endesa se muestran a favor del tope al gas para reducir la factura de la luz y rechazan el impuesto sobre beneficios

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y el de Endesa, José Bogas, se han mostrado a favor de una de las medidas que ya se ha tomado en España y que se valora adoptar también a nivel europeo, el tope al gas, de forma temporal y como respuesta a una situación excepcional, al tiempo que han rechazado el impuesto a las compañías energéticas con el que Gobierno recaudará el 1,2% de la cifra de negocio de estas empresas, unos 2.000 millones de euros.

Para el directivo de la petrolera, este medida es "razonable" en un mercado regulado y en un momento en el que el precio del gas sube y el resto de fuentes de energía tienen buenas rentabilidades, con el objetivo de que los consumidores puedan pagar precios más bajos.

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Por su parte, Bogas ha calificado esta medida de "acertada", durante su intervención en el VII Foro de Energía de 'El Economista', si bien ha puesto pegas respecto a cómo se reparte o en la definición de 'cliente beneficiado', pero en cualquier caso ha celebrado que los precios en el mercado mayorista hayan caído en casi un 50%, porcentaje que en la práctica cae al 10% o 15% por la compensación a las centrales que generan electricidad con gas y que se carga a los beneficiados.

En cuanto al impuesto aprobado por el Gobierno para gravar los supuestos beneficios extraordinarios de las energéticas en los ejercicios 2022 y 2023, Josu Jon Imaz se ha referido al mismo como el impuesto "de las tres mentiras" --en referencia a una frase popular sobre el municipio riojano Aldeanueva del Ebro--. En primer lugar ha señalado que no es un impuesto, sino una prestación patrimonial, llamada así para evitar que sea un gravamen ilegal al tener doble imposición. También ha señalado que no es sobre beneficios, sino sobre las ventas. Y la tercera "mentira" sería que no es sobre un elemento extraordinario.

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En este punto, ha aludido a que el negocio de Repsol es cíclico y que "a veces se gana y a veces se pierde". Así, ha argumentado que entre 2019 y 2020 la empresa perdió 7.100 millones de euros por causas coyunturales y que, actualmente, si se tienen en cuenta los últimos años, la compañía seguiría perdiendo dinero de forma acumulada.

De su lado, Bogas ha negado que en la actividad eléctrica haya beneficios extraordinarios y ha apuntado que "no tiene ningún sentido" que se graven los ingresos. "Me parece bien que si hay beneficios extraordinarios se haga una contribución, pero si no los hay, que además sea gravamen a ingresos, no es la solución. La solución es acelerar la transición ecológica, con renovables, electrificando la economía y reforzando la red de distribución", ha añadido Bogas.

Ribera cree que la construcción del MidCat aún "no es un debate cerrado"

Por su parte, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha defendido este miércoles que la cuestión sobre la construcción del gasoducto MidCat para unir España y Francia, al que este último país se opone, aún "no es un debate cerrado".

Para decidir sobre su construcción "debe primar el interés europeo sobre cómo prepararnos para un año (2023) que será difícil", ha apostillado la ministra durante su intervención en el foro "Ahorro energético: Ucrania, cambio climático y sentido común", organizado por infoLibre y el departamento que dirige.

El lunes pasado el presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó que no hacen falta nuevas interconexiones de gas con España porque las actuales están muy lejos de la saturación, y añadió que el MidCat no se justifica por motivos energéticos y ambientales.

Macron cree que no hacen falta nuevas interconexiones de gas con España

Al día siguiente, la Comisión Europea (CE) evitó apoyar abiertamente la construcción del gasoducto, que defienden España y Alemania, y señaló que su futuro depende de las discusiones entre los países "involucrados".

Para Ribera, existe "un punto de incoherencia cuando Europa -que por el momento no respalda el interés español por impulsar su construcción- destaca que es capital utilizar las infraestructuras de una manera más inteligente". "Esto significa que existe un interés europeo y, sin embargo, luego no participa en ese debate de qué es ese interés y cómo se resuelven los problemas técnicos o financieros (MidCat) y dejarlo a la decisión de uno o de dos países", ha dicho.