A veces tratar a un paciente de paliativos va más allá de lo que se puede hacer en un hospital. Pasa por intentar cumplir los sueños de los enfermos. Esto es lo que han conseguido en el Gregorio Marañón. Una combinación de esfuerzo médico y humanitario que ha hecho posible que Daniel, un chico de 25 años, se convirtiera en piloto por un día.
No hay nada imposible
Atravesar el cielo es ya el sueño conseguido de Daniel. Una sorpresa inimaginable... De un anhelo confesado a quienes le cuidan a diario.
Daniel lleva dos semanas ingresado en el Hospital Gregorio Marañón en la fase final y avanzada de una enfermedad oncológica sin posibilidad de más tratamiento.
Su frase fue "me vino el cáncer y ya no pude serlo.... antes de morir yo quiero volar", nos cuenta María Luisa Solano, Médico Unidad Cuidados Paliativos.
No hicieron falta más palabras. El Hospital Gregorio Marañón buscó la manera de hacer su sueño realidad. Daniel ha surcado el cielo capitaneando su propia nave. Entre todos lo han hecho posible, junto con un piloto voluntario y el Summa 112 ayudando en el traslado.
Una experiencia muy gratificante. Aún con la mascarilla se vislumbra el brillo en su rostro... Un momento especial, un día inolvidable... los sueños aún son posibles.