El Papa llama desde la República Democrática del Congo a "dejar las armas"
Dos millones de personas se han congregado para escuchar al Papa en la República Democrática del Congo
"Creer que las diferencias étnicas, regionales, sociales y religiosas vienen después y no son obstáculos, que los demás son hermanos y hermanas, miembros de la misma comunidad humana, que cada uno es destinatario de la paz que Jesús ha traído al mundo, es creer que los cristianos estamos llamados a colaborar con todos, a romper el ciclo de la violencia, a desmantelar las tramas del odio", ha manifestado Francisco en la multitudinaria misa que ha celebrado esta mañana en el aeropuerto internacional de N'dolo en Kinshasa y en la que han participado cerca de dos millones de personas.
Según las autoridades locales, más de un millón de personas han asistido a la misa. El gobierno había declarado el día festivo para dar la oportunidad a la población de asistir a la misa del pontífice argentino en el país.
La eucaristía ha sido celebrada en rito zaireño, propio del Congo, una adaptación del rito romano ordinario que fue aprobada por la Congregación para el Culto Divino en 1988 con el título de Misal Romano para la Diócesis de Zaire (antiguo nombre de la República Democrática del Congo).
Francisco, que ha pronunciado la homilía, pero no ha celebrado la misa por sus problemas para mantenerse de pie, se ha referido a las heridas del país, que ha experimentado un recrudecimiento de la violencia en los últimos meses, "continuamente infectadas por el odio y la violencia".
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