La declaración del escolta de la presidenta de la empresa Eulen, María José Álvarez, arroja nuevos datos al asalto con pistolas sufrido por la empresaria.
Los ladrones les siguieron a casa desde un restaurante cercano. Los investigadores creen que su objetivo desde el principio era el coche de lujo.
Así ocurrieron los hechos. María José Álvarez cena el domingo en un restaurante de Valdemarín. Su escolta la espera en el aparcamiento. En su declaración da un dato clave: los ladrones ya estaban en la zona, vigilándolos.
Cuando están llegando a la casa de la empresaria dos coches les cortan el paso. El escolta intenta maniobrar para escapar pero acaba chocando con una farola. Dos hombres encapuchados les apuntan con un arma. El escolta reacciona y los asaltantes, sorprendidos, escapan.
La declaración ha sido determinante: los ladrones eligieron una zona donde hay afluencia de coches de lujo. Hay dos opciones, que supiesen quién era Maria José o que eligiesen a su víctima por el vehículo, un Mercedes valorado en más de 200.000 euros.