Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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Beatriz y Jaime se mudaron a Villamanta en 2005 para poder cuidar de sus animales y vivir en el campo. Todo iba bien hasta que un día plantaron un aserradero frente a su casa.

El sonido de las motosierras es continuo, pero lo peor, dicen, son las nubes de polvo y serrín que les ha causado problemas en la piel y respiratorios.

Los afectados denuncian que la actividad se desarrolla sin licencia, de acuerdo con un informe del SEPRONA de la Guardia Civil.

El ruido, la otra contaminación que también mata

Beatriz y Jaime aseguran que han tenido que abandonar su casa por el impacto de esta industria a cielo abierto.

La Fiscalía de Medio Ambiente ha archivado las diligencias pero ha ordenado al Ayuntamiento de Villamanta que abra un expediente sancionador a la empresa maderera, algo que no ha sucedido.

Los afectados señalan que la actividad de esta empresa sí fue paralizada en otro municipios. En Navalcarnero, aseguran, el ayuntamiento sí actuó y la empresa abandonó la localidad.

A la vista de todo ello, la pareja ha decidido denunciar al alcalde de Villamanta, Valentín Pereira, por prevaricación

El alcalde señala que, de momento, la justicia está archivando todas las causas y le da la razón.