El fiscal mantiene los 25 años de cárcel para una cuidadora por intento de asesinato
La defensa acusa a los padres de "mentir" y denuncia vulneración de derechos de su clienta
Visto para sentencia el juicio a una empleada de hogar acusada de agredir en dos ocasiones de forma "violenta" a una niña de dos años en su casa de Madrid. El fiscal solicita una condena de 25 años de cárcel por intento de asesinato, al considerar que las lesiones de gravedad que presentaba la pequeña eran de riesgo vital y no eran compatibles con las explicaciones dadas por la acusada. La defensa acusa a los padres de "mentir" y denuncia vulneración de derechos de su clienta.
El juicio ha quedado visto para sentencia con los informes de las partes y con la última palabra de la procesada, quien ha reiterado su inocencia. "Trabajaba muchísimas horas diarias. Los niños jamás me tuvieron miedo y jamás les hice daño. No soy una maltratadora y menos una asesina de niños. Yo no he hecho daño a nadie", ha dicho.
En su declaración, la encausada negó que agrediera de forma violenta a la pequeña y culpó a los hermanos de los posibles golpes que habría sufrido la pequeña. "Sus hermanos eran muy brutos, sobre todo el pequeño", esgrimió.
Tras concluir la vista, el fiscal Ignacio Stampa ha solicitado a la Sala que se mantenga la situación de prisión provisional hasta que haya una sentencia, a lo que se ha opuesto su defensa al no existir riesgo de fuga.
La acusación particular, que representa a los padres, solicita igualmente una pena de 25 años de cárcel al considerar que está acreditado sin género de duda ese dolo de matar y que casi se cumple en el último episodios de lesiones por su gravedad. "De no llegar al hospital su vida hubiera corrido peligro", ha subrayado la letrada de la familia.
La defensa se opone a calificar jurídicamente los hechos de un delito de tentativa de asesinato al entender que la evolución de las lesiones eran favorables y no había riesgo en su vida. Solicita la libre absolución y de forma subsidiaria que se le condene por unas lesiones agravadas.
Tras ello, ha tachado de "atropello brutal al derecho de defensa" el hecho de que no haya prueba respecto a uno de los episodios de lesiones que describe el fiscal en su escrito de acusación pero no aparecía en el auto de procesamiento del Juzgado.
Asimismo, ha acusado a los padres de "mentir" por las contradicciones que detecta en sus declaraciones al manifestar en una ocasión que no vieron hematomas y en otra ocasión, ya en sede judicial, que sí. Por eso, pide a la Sala que analice sus manifestaciones en sede policial y en instrucción.
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