El rey destaca el papel del Defensor para reforzar la convivencia democrática

El rey Felipe VI ha visitado este lunes la sede del Defensor del Pueblo, una institución que ha definido como clave y “agente relevante para reforzar la convivencia democrática” con su labor de vigilancia de las administraciones públicas.

Don Felipe ha acudido a la sede de la institución con motivo del 40º aniversario de la elección por las Cortes Generales de su primer titular, Joaquín Ruíz-Giménez, quien tomó posesión en 1983.

En una breve intervención ante el actual defensor, Ángel Gabilondo, y su equipo, el rey ha destacado que, pese a lo cambios de los últimos 40 años, algo se mantiene estable: “la primacía de los Derechos Fundamentales en nuestro sistema político y la necesidad de vigilar atentamente su debido respeto”.

“Los retos de nuestro tiempo exigen instituciones fuertes y comprometidas con los valores democráticos”, ha dicho don Felipe, quien ha animado al personal de la institución a que “continúe con su relevante labor al servicio de los ciudadanos y el fortalecimiento del Estado de Derecho”.

Esta es la segunda ocasión en que don Felipe visita la sede de esta institución, ya que en 2001 la visitó en calidad de príncipe de Asturias por invitación del entonces defensor, enrique Múgica.

A su llegada al Palacio de Bermejillo, el rey ha sido recibido por el actual titular de la institución, Ángel Gabilondo y por la ministra de Justicia, Pilar Llop.

felipe vi

En el hall del palacio esperaban las adjuntas del Defensor, Teresa Jiménez-Becerril y Patricia Bárcena, y los responsables de las distintas áreas de estudio e investigación de la institución, que vela por los derechos fundamentales y las libertades públicas de los ciudadanos mediante la supervisión de la actividad de las administraciones públicas.

Tras presentar una placa que recordará esta visita del rey a la sede del Defensor, Gabilondo ha subrayado que, bajo su mandato, la institución seguirá entregada a su labor pormenorizada y cuidadosa, alejada de controversias, no necesariamente fecundas, o de ruidos que quizás silencia las palabras”.

El Defensor del Pueblo tiene como responsabilidad principal velar por los derechos de los ciudadanos en sus relaciones con las administraciones públicas, por lo que investiga las actuaciones de la Administración o sus agentes y vigila que se cumplan los derechos de los ciudadanos en materias como la educación, sanidad o los servicios sociales.

Además, como Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), el defensor realiza visitas preventivas a cualquier centro de privación de libertad para detectar problemas que pudieran favorecer la comisión de prácticas de tortura o malos tratos.