El rey inaugura el salón audiovisual ISE, que espera superar cifras precovid

El rey Felipe VI ha presidido este martes la inauguración del Integrated Systems Europe (ISE), la mayor feria audiovisual del mundo, que prevé superar los 52.000 asistentes congregados en 2020 en Ámsterdam (Holanda), en la que fue la última edición precovid y también la última antes de su traslado a Barcelona.

Al saludo protocolario con el monarca no han asistido el conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que sí se han sumado posteriormente al paseo de las autoridades por los varios pabellones del recinto de Fira Barcelona en Gran Via de L'Hospitalet.

Las autoridades que sí han participado en el primer saludo han sido la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, que ha acudido en lugar de la ministra de Justicia, Pilar Llop, como estaba inicialmente previsto; la delegada del Gobierno en Cataluña, Maria Eugènia Gay; la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín; el presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat; y el director general del ISE, Mike Blackman.

Tras el saludo, las autoridades han iniciado el recorrido, de una duración prevista de unas dos horas, por los distintos pabellones, pasando por los espacios de empresas como Lutron, Google, Shure, Panasonic, Matrox, Equipson o Alfalita.

El primer ISE sin restricciones

En declaraciones a los periodistas previas a la inauguración, Blackman ha explicado que el evento cuenta con 68.000 congresistas registrados, si bien ello no implica que esta sea la cifra final de asistentes, así como 1.055 empresas expositoras presentes.

La edición de 2023 de esta feria audiovisual, que ambiciona igualar en el futuro en tamaño al Mobile World Congress (MWC), será la primera que se lleve a cabo en Barcelona ya sin restricciones por la covid-19. El pasado año el evento se celebró en el mes de mayo a causa del impacto de la variante ómicron -que obligó a suspenderlo en febrero- y reunió a más de 43.000 personas.

El ISE permanecerá en Barcelona al menos hasta 2025, al existir una cláusula de renovación automática en el contrato firmado con Fira por el que un eventual fin de la relación se debe anunciar con tres ediciones de antelación, según señaló Blackman.