El tapón pegado a la botella, un incordio para muchos
Una norma europea obliga que el envase y su cierre de plástico estén unidos
Reto del verano: beber de una botella de plástico sin ponerse perdido. La nueva normativa europea que une los tapones a las botellas y otros recipientes no convence a muchos.
El fin es positivo: favorecer el reciclaje, pero su uso no gusta a todos los consumidores
Algo tan sencillo como un tapón de plástico está generando cierta polémica. Desde el 3 de julio de 2024 ambos, cierre y envase, deberán permanecer unidos hasta su reciclaje final.
Beber con el tapón pegado a la mejilla resulta para algunos molesto. Y el tetrabrik tampoco cierra a veces de manera hermética.
Hasta en redes sociales hay tutoriales que explican como manejar el dichoso tapón. El cierre adherido por ahora es un incomprendido. Solo el tiempo logrará que el 'tapón pegado' consiga resultar atractivo.
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