Escalada de desencuentros en el Gobierno de coalición tras cuestionar Iglesias la democracia
La convivencia de PSOE y Unidas Podemos en el gobierno de coalición ha vivido desencuentros casi desde el principio. Pero la campaña electoral catalana parece haber elevado el tono. El cuestionamiento de la calidad democrática de España realizado por el vicepresidente segundo Pablo Iglesias, no ha gustado al sector socialista. Pero desde Podemos, siguen insistiendo en ello.
Hay quien pone la campaña catalana como justificación, como ha hecho la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, pero lo cierto es que el Gobierno de coalición vive una escalada de desencuentros. Sobre las críticas de Pablo Iglesias a la calidad democrática en España, Podemos insiste con un video con imágenes del Rey Emérito en Abu Dabi, el rapero Pablo Hasel, el bloque del consejo general del Poder Judicial, Anzar, González...
Mientras el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique dice en Twitter que “Pablo Iglesias puede dar las gracias de que el Estado no lo envenene y solamente le haya espiado las cloacas con Polonio y solamente se le haya espiado desde las cloacas del Ministerio del Interior para fabricar basura falsa y adulterar las elecciones. En España hay plena normalidad democrática. Di que sí..”
Podemos y las características antisistema
Y aunque hay quien busca contemporizar desde ambas formaciones, algunos socialistas como el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, dicen que no es fácil para una formación como Podemos, con unas características muy antisistema en su origen, asumir la gestión de gobierno en muy poco tiempo.
Ábalos, no cree que el vicepresidente segundo del Gobierno piense que está en un estado no democrático porque "no podría formar parte de un Gobierno que no es de un país democrático". Sobre las diferencias entre los socios del Gobierno, Ábalos ha afirmado que no las ve "especialmente preocupantes", ya que son dos partidos distintos a los que une un programa de gobierno, que es la "hoja de ruta que tienen que mantener".
Los coaligados fueron precavidos, el acuerdo de investidura también incluía un protocolo para los desencuentros.
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