La obesidad afecta en España al 20% de la población adulta y al 10% de los menores, una cifra alarmante que, sin embargo, no se considera una enfermedad en sí misma.
A pesar de su prevalencia, la obesidad sigue sin ser tratada como una patología en los protocolos sanitarios, lo que ha llevado a sociedades científicas y asociaciones de pacientes a exigir su visibilidad y un enfoque integral.
Expertos como Marisa López Díaz-Ufano, de SEMERGEN, y Andoni Lorenzo, presidente del Foro Español de Pacientes, destacan que la obesidad puede desencadenar más de 200 enfermedades, muchas de las cuales tienen protocolos de seguimiento, mientras que para la obesidad no existen medidas estructuradas.
Los profesionales insisten en la necesidad de crear programas de seguimiento desde la infancia y recursos multidisciplinares en los hospitales.
Además, se subraya que la obesidad es una enfermedad crónica influenciada por factores genéticos y ambientales, como la dieta y los hábitos de sueño. Irene Bretón, de la SEEN, resalta el estigma social que sufren quienes padecen obesidad, dado que su condición es visible y difícil de ocultar.
El coste de la inacción, alertan los expertos, podría reducirse con medidas como la regulación estricta de productos no saludables y la financiación pública de tratamientos farmacológicos existentes.