Feijóo rebajará el IRPF a quienes ganen menos de 40.000 euros si gobierna
Se propone “superar los 22 millones de afiliados a la Seguridad Social” al fin de la próxima legislatura
Promete revertir el cierre de las nucleares y crear un regulador nacional del agua
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha prometido que si gobierna, durante los primeros cien días de mandato, rebajará el IRPF a quienes ganen menos de 40.000 euros, alcanzará los 22 millones de afiliados a la Seguridad Social al finalizar la legislatura y prolongará la vida de las centrales nucleares y creará un regulador nacional para el agua.
El líder popular ha presentado el programa económico de la formación para las elecciones del 23 de julio, cuyo objetivo será que España sea “una de las tres economías que más crezca de la Unión Europea” y que supere “los 22 millones de afiliados a la Seguridad Social” al finalizar la próxima legislatura.
En un acto en Barcelona, aseguró que “si estamos dentro de las tres economías que más crecen en Europa, vamos a superar los 22 millones de afiliados a la Seguridad Social y entonces todo cambiará, todo empezará a funcionar y todo empezará a encajar” en materia económica en España.
Feijóo compartió alguna de las medidas que plantea en su programa para tal fin, como hacer una auditoría de las cuentas públicas, conformar un Gobierno “mucho más pequeño” y cumplir con “el compromiso ético” de rebajar en los primeros 100 días de mandato el IRPF a todos aquellos que cobren menos de 40.000 euros.
Ante los “nubarrones intensos en el horizonte” que tiene España con una economía que “se ha estancado”, el presidente del PP sostuvo que la prioridad del futuro Gobierno para los próximos cuatro años debe ser “conseguir el máximo crecimiento posible”. “España no puede permitirse cuatro años más de populismo económico”, avisó.
Igualmente, habló de la necesidad de tener “una clara ambición reformista” y se marcó el reto de “recuperar los cimientos básicos de la credibilidad y de la estabilidad”, de “garantizar la seguridad jurídica y la solidez de las instituciones” y de “gobernar de forma responsable, rigurosa y transparente”.
INDEPENDENCIA
El jefe de la oposición publicitó algunas de sus medidas, como “establecer un sistema de nombramientos que asegure la independencia y la capacidad de todos los altos cargos”. Todo ello bajo la creencia de que “es de vital importancia devolver la independencia” a las instituciones y ofrecer seguridad jurídica a los inversores.
También consideró que “por cada ley o reglamento” que se apruebe, deben derogarse tres, además de comprometerse a impulsar con las comunidades “la racionalización y la armonización de la normativa autonómica dentro de las competencias de cada uno” y “el reconocimiento mutuo de los permisos, licencias y certificaciones que emanan de las comunidades para que tengan validez nacional”.
Feijóo también puso sobre la mesa un plan de atracción “del mejor talento global para que se venga a vivir a España”. En primer lugar, habló de establecer un nuevo marco y régimen fiscal para atraer “residentes con talento y con capacidad económica” y también de incentivos fiscales para hacer más atractivo y competitivo decantarse por este país.
El líder del PP incidió en que hay que “parar la fuga de talento universitario” y “atraer personal decente e investigador internacional”. Para ello, mentó “un procedimiento rápido para candidatos de excelencia y que garantice una convalidación automática de títulos y experiencias”.
Además del capital humano, se refirió a la inversión internacional que hace falta para “generar empleo de calidad”. En este capítulo, avanzó que está en su ánimo poner en marcha “una revisión del marco fiscal y deducciones para inversores y empresas emergentes”. “Nuestra meta es que España se convierta en un destino preferente para la inversión extranjera”, concretó.
“Para ser una de las tres economías que más crezcan en Europa tenemos que conseguir que haya ciudadanos europeos con talento y con poder adquisitivo que vengan a vivir a España y que se convierta en un polo de atracción de la inversión extranjera”, ahondó, asegurando que si tiene la oportunidad promoverá un marco fiscal y laboral “apropiado” para ello.
En clave catalana, mencionó “una infraestructura clave” para el desarrollo de esta comunidad autónoma, como es el Aeropuerto de El Prat. “Necesitamos volver a poner encima de la mesa esa multimillonaria inversión para convertirlo en uno de los aeropuertos más importantes del mundo”.
También mencionó el turismo como “palanca” para el crecimiento económico de España y propuso un Perte del sector como algo “obligatorio”. En este acto tampoco quiso por alto el problema de la okupación para rescatar su propuesta de que haya desalojos en 24 horas y que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tengan personas “especializadas” en esta tarea.
En cuanto a los fondos europeos, Feijóo advirtió de que “la herencia que vamos a gestionar es bien compleja”, ya que hay que “reestructurar el funcionamiento” de los mismos, “simplificarlo” y “fortalecer la cogobernanza”. “Están siendo gestionados a espaldas de las comunidades autónomas”, deploró.
“Hemos de establecer un programa de incentivos fiscales financiado con fondos europeos”, añadió, y pasó a hablar de lo relativo al agua, al cambio climático, la energía y la transición energética. “Tenemos la capacidad para producir una energía más barata que el resto de Europa por primera vez en nuestra historia. Hagámoslo”, planteó.
NUCLEARES
En materia de transición, sostuvo que “su propio nombre indica” que “no pasa por cambios abruptos y repentinos, sino por un periodo de acomodación paulatina con una determinación para llegar pero con un camino adecuado”. “Será una política de mi Gobierno revertir el desmantelamiento previsto y la prolongación de la vida de nuestras centrales nucleares”, dijo.
Según Feijóo, “no podemos desenchufar el 21% de la energía instalada en España sin tener otro 21% susceptible de funcionar con energía renovable”. “Si lo hacemos, el precio de la energía subirá de una forma excepcional y automáticamente ya no seremos una potencia energética”, alertó.
Al hablar del agua, abogó por duplicar la inversión anual en infraestructuras nuevas y existentes. “Será la primera prioridad desde el punto de vista de inversión”, garantizó Feijóo, remitiéndose a su promesa de crear un organismo nacional regulador del agua con competencias de coordinación, en planificación de infraestructuras y con fijación y establecimiento de una metodología común tarifaria.
En el país de la UE con “más desempleo total, el primero con más desempleo juvenil y el segundo con más desempleo femenino”, sentenció que no es razonable decir que el del empleo es un asunto “solucionado”.
Ante el “problema estructural” existente, señaló que hay que cambiar las políticas activas de empleo y mencionó “un cheque de formación para dar total libertad de elección al trabajador desempleado”.
En este punto, prometió “mejorar” las condiciones laborales de los autónomos y apoyar “la conciliación” de estos trabajadores cuando son padres o madres bonificando específicamente la cuota empresarial de la persona que se contrata para la sustitución. También dijo que introducirá “una excepción al requisito de estar al corriente de pago de las cotizaciones para permitir el reconocimiento del derecho a la pensión”.
Así, quiso lanzar algunas pinceladas sobre las reformas que ejecutaría en el caso de lograr el poder tras el 23-J. Eso sí, la reforma “fundamental”, apuntó, es ofrecer “una nueva forma de gobernar” para “acabar con la frivolidad de estos últimos cinco años” y empezar a afrontar “de manera madura y responsable nuestros propios actos”.
En síntesis, Feijóo defendió que España necesita tener “un Gobierno fuerte y no reeditar un Gobierno fragmentado” liderado por Pedro Sánchez. Es más, sostuvo que España “no puede permitirse cuatro años más de populismo económico”, aunque especificó que “esto no significa que vayamos a revertir todas las acciones” del Ejecutivo actual.
“Vamos a conservar los avances que debido a la pandemia se produjeron en algunas áreas”, prosiguió, asegurando que no quiere “deshacer todo el trabajo de la legislatura actual” pero sí derogar leyes, ajustar y acelerar “compromisos sensatos” e “implicar a todos los actores relevantes” en el proceso de crecimiento económico del país.
“Es el momento de sacudirnos la resignación”, enfatizó Feijóo, remarcando que él no está dispuesto “a gestionar el declive de los últimos años”. “O nos levantamos, nos ponemos en pie, nos arremangamos y nos ponemos a trabajar o este declive continuará” y se entrará en una época de “decadencia larga”, continuó su aviso, llamando a “levantarnos, volver a creer y volver a crecer”.
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