Felipe García, el bombero de la Virgen de la Paloma
Se llama Felipe García. Tiene 35 años y lleva 17 como bombero en el Parque de Santa María de la Cabeza apagando fuegos. Este año tendrá el honor en las fiestas de la Paloma de protagonizar el solemne descendimiento del cuadro de la Virgen. Ha trabajado duro y ensayado durante días. Reconoce que lleva 5 noches ya sin dormir. "Es mucha responsabilidad", dice.
El cuadro pesa más de 80 kilos -con los adornos más de 100- y necesita la ayuda de sus compañeros, porque además hay que intentar no dañar el retablo -normalmente en él hay 23 ángeles, pero uno hay que retirarlo todos los años, o sea que durante el descenso deberá sortear las cabezas de 22 angelitos-.Pide para los madrileños "salud y felicidad". Confía en que no le suceda como a Sergio Ramos con la Copa del Real Madrid.
Y en la iglesia, este miércoles últimos retoques: altar, flores... El párroco de la Iglesia Virgen de la Paloma, Gabriel Benedicto, quiere dedicar este día y sus peticiones a todas esas personas que están solas, pero que deben pensar que "la Virgen y su Iglesia siempre está con ellos".
"Todo está listo", dice para vivir este día tan especial con la patrona "oficiosa" de la capital, con permiso de la Almudena.