Garbanzos madrileños: resistentes a la sequía, sanos y sostenibles
Las variedades tradicionales se revelan como buena opción para asegurar cosechas ante el cambio climático
Las altas temperaturas y la falta de lluvias hace necesario pensar en cultivos más resistentes a este fenómeno. La solución podría estar precisamente en especies antiguas y tan extendidas como las leguminosas.
El Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra) analiza especialmente variedades de garbanzos que llegan al fin de la cosecha. Un trabajo que se lleva a cabo en la finca de experimentación la Chimenea, en Aranjuez.
Algunas de estas variedades tradicionales presentan una buena respuesta ante enfermedades y tienen mejor rendimiento.
Y no solo garbanzos. También otras leguminosas como las lentejas, la veza o alverjón y otras que están demostrando una elevada resistencia frente a la sequía.
En 2023 se produjeron en Madrid un centenar de toneladas de garbanzo, rico en proteína. Un cultivo autóctono, típico de la gastronomía madrileña, y también sostenible.
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