El presidente de la Confederación Empresarial de Madrid-CEIM (CEOE), Miguel Garrido, ha acusado este viernes a la vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, de entender el diálogo social como "pura imposición" y ha recalcado que no se puede acometer una reducción de jornada laboral sin "contraprestaciones" porque se comprometería la viabilidad de las empresas.
El Ministerio de Trabajo y Economía Social ha puesto fin a la negociación con la CEOE para reducir la jornada laboral hasta las 37,5 horas para 2025 después de que la patronal cumpliera con el guión previsto y ratificara su 'no' a esta medida en la última reunión de este jueves, por lo que el Ministerio buscará un acuerdo solo con los sindicatos.
"Si no hay negociación, si no hay contrapartidas, las empresas no pueden asumir sin contraprestación alguna una reducción de jornada, porque eso supondría una grave afectación a la competitividad y, por lo tanto, compromete la viabilidad de las propias empresas", ha advertido en declaraciones a los medios en Madrid.
El presidente de la patronal madrileña ha insistido en que el Ministerio ha adoptado una posición de "imposición" en este tema al negarse a estudiar las propuestas de la CEOE. "Lo que se está mostrando es una manera de entender el diálogo como una pura imposición, es decir, o haces lo que ellos quieren o no hay posibilidad de acuerdo. Y nosotros, desde luego, lo que tenemos es que representar a las cientos y miles de empresas que hay en España y que para ellas supondría un enorme perjuicio", ha indicado.
En este sentido, Garrido ha insistido en que la CEOE ha conseguido cumplir con la que es su "obligación" de defender los intereses de las empresas. "A partir de ahí, que ella --Yolanda Díaz-- haga lo que crea que tiene que hacer", ha zanjado.
Al término de la última reunión de la mesa de diálogo social sobre este tema, celebrada este jueves, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, agradeció a CEOE y Cepyme su participación pero censuró que, tras 11 meses de trabajar de manera "muy potente", la patronal decidiera decir 'no' y "quedarse sola".