Vídeo: EFE | Foto:Telemadrid
(Actualizado

La Policía Nacional ha desmantelado el primer macro laboratorio de procesamiento de cocaína liderado por las mafias de narcotraficantes de países del Este o cartel de los Balcanes que desde hace cinco años acaparan el tráfico de esta sustancia en Europa y que habían dado el salto a producir en España.

De hecho tenían previsto obtener desde este laboratorio situado en un chalé próximo a Cambrils (Tarragona) entre 400 y 600 kilos de cocaína de gran pureza.

Los ocho integrantes de este cartel fueron detenidos el pasado martes y se encuentran ya en prisión por orden del juzgado de instrucción número 3 de Reus en el marco de esta operación bautizada como Korab y de la que este viernes ha dado cuenta Alejandro Martín-Blas Aranda, el jefe policial de la Unidad de Drogas Sintéticas y Precursores de la Policía Nacional, junto al responsable de la Sección de Drogas de la Jefatura de Cataluña.

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Martín-Blas ha resaltado este importante golpe asestado por primera vez en España a un laboratorio de procesamiento de clorhidrato de cocaína dirigido por una célula del cartel de los Balcanes y que, en este caso, dirigían dos ciudadanos albaneses que habían subcontratado a dos colombianos, llegados recientemente a nuestro país, para cocinar la sustancia y en unos 20 días regresar a Colombia con la mercancía lista para su venta.

Extracción de la droga impregnada en yeso

Aunque los investigadores tratan de averiguar cómo y cuándo llegó la cocaína, lo descubierto en este laboratorio situado en un chalé de una zona rural muy próxima a Cambrils (Tarragona) constata que la droga venía impregnada en un material similar al yeso y que se denomina terraplast angular.

En total, se han intervenido 1.000 kilos de este yeso con droga impregnada y que estaba contenida en unos recipientes de plástico que no son los originales. De esta cantidad, los agentes calculan que la célula del cartel de los Balcanes tenía previsto producir entre 400 y 600 kilos de cocaína.

Antes de la entrada de unos 30 policías, muchos de ellos de las unidades especializadas en asaltos, los 'cocineros' colombianos habían conseguido completar el proceso de 25 kilos lista para la venta y ya en "ladrillos" y otros 30 en proceso de secado.