El Gregorio Marañón tiene la unidad de rehabilitación cardíaca que más pacientes atiende al año en nuestro país, a una media de 500 pacientes anuales que han sufrido algún infarto y que necesitan rehabilitar su corazón para no tener otro susto.
Es el caso de Roberto o Manuel, que acuden todos los días porque su vida depende de ello. Rehabilitan el corazón, y como la mayoría de sus compañeros han sufrido un infarto. Uno de los pacientes afirma que tras la rehabilitación “no me canso, puedo estar una hora pedaleando y no me canso”.
Otros pacientes también notan la mejoría en cuanto a lo emocional, como esta paciente que afirma que “emocionalmente también ayuda, porque yo vine hundida y esto ha hecho que me levante muy rápido”.
Esta mejoría se nota también en el día a día, como nos cuenta la Cardióloga del Gregorio Marañon, Irene Méndez, “la gran mayoría puede volver a trabajar, a hacer una vida normal como hacían antes”.
De esta forma, el Gregorio Marañón puede presumir de tener la unidad de rehabilitación cardíaca que más pacientes atiene al año en nuestro país y cuyo ejemplo se quiere programar para toda la comunidad.