Hallado en Letur un cadáver, supuestamente de Jonathan, que deberá ser identificado por ADN
- El cadáver estaba muy cerca de los restos humanos que se localizaron anoche, pero bajo gran cantidad de lodo
En Letur (Albacete) ha aparecido un cuerpo sin vida en la Rambla, a tan solo 500 metros del centro urbano. Se creía que podría tratarse de Jonathan, la pareja de Mónica también desaparecida por la riada, pero el Delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Pedro Antonio Ruiz Santos, ha advertido de que los restos encontrados siguen sin identificar.
De hecho, ha señalado que tras informar de que el fallecido era Jonathan y comunicarlo también a su familia, han surgido dudas sobre la identificación, por lo que ha asegurado que se van a hacer más pruebas periciales para la total identificación.
Para la identificación total del cadáver se han mandado muestras de ADN al Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde se cotejará con el ADN de las cuatro familias de los desaparecidos.
El cadáver estaba muy cerca de los restos humanos que se localizaron anoche, pero bajo gran cantidad de lodo.
Han pasado siete días desde que el pueblo albaceteño de Letur se enfrentara a la mayor riada que recuerda.
Eran las 13.30 horas del 29 de octubre y Antonio y Angelita, de 79 y 72 años, empezaban a comer. De repente, escucharon un ruido muy característico, que conocían bien, el de la 'crecía'. El agua pedía paso porque más arriba había llovido.
Hallado el cuerpo sin vida de uno de los cinco desaparecidos de Letur
Lo que no sabía este matrimonio, como recuerdan hoy sus hijos, José Ángel y Manuel Rodríguez, es que habían caído más de 200 litros por metro cuadrado en la cabecera y venían por la rambla arrasando todo a su paso.
En cuanto Antonio vio que entraba el agua por su calle, supo que algo no iba bien. La rambla, con una fuerza nunca vista, había chocado con la roca de la cruz blanca y avanzaba fuera de su camino arrasando todo, incluso se llevaba la cruz.
Antonio y Angelita están bien, pero el cuerpo de uno de sus vecinos acaba de aparecer este martes, siete días después de la catástrofe. Y es que, pasadas las 17.00 horas de la tarde de aquel día, el agua bajaba dejando un escenario de desolación en Letur nunca visto. Por la noche, ya se sabía que había seis desaparecidos y que los accesos al casco antiguo, de estilo mudéjar, estaban interrumpidos por un escenario similar al del estallido de una bomba.
