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Las restricciones por la epidemia del coronavirus impiden la celebración de grandes fiestas de Halloween.

El toque de queda a medianoche y la prohibición de reuniones de más de seis personas hacen que muchos madrileños tengan que replantearse este año la celebración.

Muchos madrileños, por ello, harán un Halloween en familia.

En las tiendas especializadas han registrado un descenso en las ventas de disfraces para adultos. Mascarillas terroríficas y objetos de decoración es lo que más se vende este año.