Unas 15.000 personas, el doble que el año pasado, han dado la bienvenida al año nuevo en la madrileña Puerta del Sol, donde han combatido el frío con los tradicionales disfraces, gorros de Navidad, algún sombrero extravagante y un ambiente festivo para despedir a 2023.
Tras vaciar la plaza a las 21.00 horas, quienes han elegido tomarse las uvas bajo el reloj han tenido que pasar por uno de los "filtros" de seguridad en las calles que dan acceso a la Puerta del Sol.
En estos filtros, además de ser revisados para que no accediesen con objetos contundentes, cristales o material pirotécnico, han sido contados para no superar el aforo permitido de 15.000 personas.
800 agentes de Policía Nacional -200 más que en la Nochevieja pasada- han formado parte del dispositivo de seguridad en un contexto de alerta terrorista en nivel 4 reforzado.
El reloj de la Real Casa de Correos ha marcado el ritmo, con sus doce campanadas, para que los españoles comieran las uvas y dieran la bienvenida al nuevo año entre fuegos artificiales, aplausos y abrazos.