Vídeo: RAÚL CABALLET | Foto:Telemadrid
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María denunció a su hijo Alberto por maltrato hasta en cuatro ocasiones... A la quinta, el joven de 15 años ya no durmió en casa.

El juez ordenó su internamiento en el Centro de Ejecución de Medidas Cautelares de la Comunidad de Madrid 'El Laurel' . Allí recibió la ayuda de psicólogos y trabajadores sociales. Cambió su alimentación, dejó las drogas, hacía ejercicio físico todos los días y seguía estudiando. Diez meses después, Alberto ha vuelto con su familia.

Quiere ser psicólogo y ayudar a otros jóvenes como él. Porque el maltrato de hijos a sus padres es un delito. De hecho, es el segundo con más incidencia en menores, después del robo con violencia.

Desde que la Comunidad de Madrid puso en marcha en el año 2007 el Programa de Maltrato Familiar Ascendente, han atendido a 571 menores. Hasta 50 han ingresado este año en el centro 'El Laurel'.

Perfil del hijo maltratador

Su director, Juan Nebreda, explica que el perfil de estos menores es de jóvenes de 16 años de media, con un alto fracaso escolar, que consumen tóxicos y, en muchos casos, han sufrido abusos sexuales.

El 32% de estos menores son chicas, siete de cada diez han recibido tratamiento psicológico con anterioridad y el 34% se han autolesionado alguna vez. Además, el 56% ha sido víctima o testigo de violencia en el hogar.

"Tomé partido y ahora he podido volver a casa con mi familia"

Para reeeducar a estos chavales es fundamental la colaboración de los padres. Alberto y María se dieron cuenta de que no podían seguir así. Todos estaban sufriendo y, como dice María, "denunciar a tu propio hijo es muy doloroso, pero era la única alternativa y al final ha salido bien". Alberto reconoce "que estaba bloqueado, veía a mi madre como que me quería fastidiar, yo fumaba porros y luego lo pagaba todo con mi madre, pero tomé partido y ahora he podido volver a casa con mi familia".