Iberdrola ha inaugurado una obra de gran ingeniería en Portugal. Se trata de la llamada gigabatería, formada por tres centrales hidroeléctricas que funcionarán de forma conjunta para la producción de electricidad.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, acompañado del primer ministro de Portugal, António Costa, ha inaugurado este lunes la gigabatería hidroeléctrica de Tamega (Portugal), el principal proyecto de estas características en Europa y cuya inversión asciende a más de 1.500 millones de euros.
Con un plazo de ejecución de ocho años, este macrocomplejo hidroeléctrico se encuentra a escasos kilómetros de la frontera con Galicia y ha generado una contratación próxima a los 20.000 empleos. Además, es un ejemplo de eficiencia energética y de economía circular.
El complejo hidroeléctrico de Alto Tamega está conformado por tres embalses y, gracias a su capacidad de bombeo reversible, es capaz de almacenar energía para poder utilizarla cuando más se necesite. Se trata, pues, del mayor proyecto de creación de energía limpia de la historia de Portugal.
Una capacidad de casi 1.160 MW.
La gigabatería supone la construcción de tres presas y tres centrales (Gouvaes, Daivoes y Alto Tamega) con una capacidad conjunta de 1.158 megavatios (MW), lo que supondrá un aumento del 6% de la potencia eléctrica total instalada en el país.
El complejo será capaz de producir 1.766 gigavatios hora (GWh) al año, suficiente para satisfacer las necesidades energéticas de los municipios vecinos y de las ciudades de Braga y Guimaraes (440.000 hogares). Además, esta gran infraestructura renovable tendrá capacidad de almacenamiento suficiente para dar servicio a dos millones de hogares portugueses durante un día entero.
Compensación de sistemas ecológicos
El proyecto recoge, en su Declaración de Impacto Ambiental (DIA), diversas medidas de compensación de sistemas ecológicos, como la reforestación de más de 1.000 hectáreas, la plantación de 17.000 alcornoques o acciones para mejorar las poblaciones de fauna protegida existente en el entorno.
Además, al proyecto se le sumará la futura construcción de dos parques eólicos ligados a la gigabatería, que convertirán al complejo en una planta de generación híbrida y cuya potencia final se estima que alcanzará 300 MW, por lo que será uno de mayores proyectos eólicos de Portugal.