Con 17 años, sufrió un infarto hemorrágico masivo el día de Reyes de 2019
S. RECIO / L. TÉBAR
Este 29 de octubre es el Día Mundial de la lucha contra el Ictus, una enfermedad cardiovascular que cada vez sufren más jóvenes.
El 6 de enero de 2019 Ignacio Zarazaga sufrió un ictus, un infarto hemorrágico masivo. Con 17 años tenía una malformación arteriovenosa. En la UCI los médicos señalaron a sus padres que se iba a morir. Pero sobrevivió.
En el mismo hospital comenzó una rehabilitación que se paralizó en marzo de 2020 con la irrupción de la Covid. En junio Ignacio acudió al Centro Europeo de Neurociencias. "Cuando llegó aquí no podía caminar y apenas usaba el brazo derecho", recuerda la fisioterapeuta Cristina Vázquez.
"Ignacio es un luchador, el paciente ideal", apunta José López, director del Centro Europeo de Neurociencias. Por eso comenzó una "terapia intensiva". "Durante cuatro meses, seis horas diarias de ejercicios. Desde caminar, bicicleta y boxeo", señala Ignacio.
"Yo estoy muy agradecido porque hoy ya controlo el tronco, he mejorado la marcha y puedo moverme en una silla, soy más autónomo", añade el joven de 19 años.
El Centro Europeo de Neurociencias es privado y posee máquinas rehabilitadoras únicas en España. El lema de la Federación Española de Daño Cerebral es 'Una vida salvada, merece ser vivida'. Lo recuerda José López, quien reconoce que a estos tipos de pacientes hay que darles una calidad de via digna después de sufrir el ictus.
Muchos de estos pacientes difícilmente van a conseguir "vivir una vida plena" sentados en una silla de ruedas. Ignacio ha vuelto al instituto y señala entre risas que antes del ictus quería dedicarse a la fisioterapia: "Después de esto, estoy de la fisioterapia hasta el gorro".