El Parlamento italiano, en una sesión conjunta que reúne a 1.009 grandes electores, comienza este lunes en Roma el proceso para elegir al nuevo presidente de la República sin un nombre claro para ocupar la jefatura del Estado y muchas diferencias entre los partidos obligados a llegar a un acuerdo
Los parlamentarios italianos comienzan este lunes a votar el sucesor de Sergio Mattarella como presidente de la República, la que será una batalla que puede tener repercusiones en el Gobierno y a la que las fuerzas políticas llegan sin acuerdos, por lo que se espera que la papeleta blanca domine al menos durante las tres primeras jornadas.
Tras la marcha atrás de Silvio Berlusconi que se había autoproclamado como candidato, algo inédito en la elección del jefe de Estado, los 629 diputados, 321 senadores y 58 delegados regionales convocados votarán casi seguramente hoy en blanco ante la falta de indicaciones por parte de sus partidos y en las primeras cuatro votaciones cuando se necesitan los tres cuartos del Parlamento para elegir al jefe de Estado.
Durante la mañana continuarán las reuniones en busca de un nombre que pueda aglutinar consensos pero en silencio para no "quemar" al posible candidato y sólo el jueves, cuando el "quorum" se reducirá a la mayoría absoluta, las formaciones desvelarán sus cartas